Bienvenidos a la incubadora
de familias de acogida
Fundación ProAcogida contribuye a la sensibilización, aumento,
motivación y formación de Familias de Acogida.
¿Quieres ser familia
de acogida?
Mitos y verdades sobre el acogimiento familiar
Mito
Puedo adoptar a quien estoy acogiendo
Verdad
Ser familia de acogida implica brindar apoyo por un periodo de tiempo a un niño, niña o adolescente, mientras se espera a su familia definitiva. Pueden existir casos excepcionales donde la familia de acogida puede cuidar permanentemente o adoptar en circunstancias específicas siempre respetando el interés superior del niño.
Mito
Debo tener casa propia para acoger
Verdad
No es necesario, lo importante es que dispongas de un lugar adecuado a las necesidades del niño/a a acoger. En los requisitos se solicita que el niño tenga una cama propia, pudiendo compartir pieza con otros niño/as y con el/la cuidador en caso de ser lactante.
Mito
Tengo que tener una muy buena situación económica.
Verdad
No hay un ingreso mínimo. Te solicitarán una declaración de ingresos familiares para demostrar que asumir los gastos asociados al ingreso de una persona más a la familia no desequilibra la economía del hogar.
Mito
Si soy soltera/o o no tengo hija/os no puedo ser familia de acogida
Verdad
No importa la composición familiar, estado civil u orientación sexual o si se tiene experiencia en crianza. Sólo debes cumplir los requisitos generales.
Requisitos
Buena salud
Contar con una salud compatible para el cuidado de un niño, niña y/o adolescente.
Estabilidad financiera
Demostrar estabilidad financiera que permita cubrir los gastos del nuevo/a integrante.
Condiciones de habitabilidad
Recibir una visita domiciliaria para evaluar las condiciones de habitabilidad, que aseguren un espacio adecuado para acoger al nuevo/a integrante.
Evaluación Psicosocial
Participar de las entrevistas y evaluaciones psicológicas.
Presentar Documentación
Preparar y presentar los documentos solicitados, como certificados de nacimiento, antecedentes, de inhabilidades, ficha de salud, carta motivacional, entre otros.
Apoyo del núcleo familiar
Tener ganas de ser Familia de Acogida y contar con el apoyo de todo el grupo familiar.
¿Cómo puedo postular para ser Familia de Acogida?
Estamos aquí para ayudarte en cada paso del camino. Puedes registrarte y
recibir orientación durante tu proceso de postulación al Programa FAE.
¿Cómo puedo postular para ser Familia de Acogida?
Paso 1
Buscar el programa de Familias de Acogida (FAE) en tu comuna o región.
Paso 2
Contactar al programa FAE expresando tu interés en ser familia de acogida.
Paso 3
Iniciar el proceso de evaluación con el programa FAE.
Paso 4
Participar en todas las etapas de evaluación. Tener en cuenta que la etapa de evaluación puede durar entre 3 a 6 meses, según nuestra experiencia.
Paso 5
Te invitamos a registrarte en ProAcogida para recibir acompañamiento de nuestra Fundación.
Estamos aquí para ayudarte en cada paso del camino. Puedes registrarte y
recibir orientación durante tu proceso de postulación al Programa FAE.
¿Cómo puede una familia de acogida transformar vidas?
«Tenía tantas ganas de vivir esta experiencia y de aportar desde otro lugar de hacer familia, que lo iba hacer sola. Tuvimos un nivel de conexión máximo y fuimos muy compañeras, me hizo conocer el amor a primera vista e infinito. Aprendes que parte del proceso de amar, es dejar ir. Es un proceso difícil, por supuesto, pero está lleno de sentido: implica entender que el amar a alguien no significa ser dueño de esa persona, y que no por eso la experiencia vale menos.»
“Ha sido una experiencia maravillosa que nos ha regalado la vida, poder darle la oportunidad a un menor que viva lo que le corresponde vivir, que es estar en familia es lo máximo, así que acojan, sin miedos, sin prejuicios y solo con el corazón.”
“Son niños tiernos y cariñosos. Como todos, tienen el derecho de tener una familia que los acogiera mientras su papá, que había perdido su tuición, pero quería recuperarla, pudiese estabilizarse para volver con ellos. Mientras tanto, nosotras seríamos su familia temporal.
Cuando nos conectamos a la Noche de Bienvenida había como 20 personas, varias eran solteras, personas mayores, parejas con o sin hijos. la mayoría tenía la misma duda que se aclaró en la primera pregunta, ¡la composición familiar daba lo mismo!”
“Ser familias de acogida nos ha acercado a la realidad de tantos pequeños que no eran visibles para nosotros, además de entregarle amor y protección a nuestra pequeña de acogida. Hemos recibido amor por montones, sonrisas y emociones intensas. La labor de acoger ha sido una tarea de gran satisfacción y entrega, que nos ha permitido ser parte de una preciosa comunidad.”
Testimonios
Actividad ProAcogida
Preguntas frecuentes
El primer paso es buscar el programa de Familias de Acogida (FAE) de tu comuna o región. Una vez que lo encuentres, ponte en contacto con ellos para expresar tu interés en iniciar el proceso de evaluación. En base a la experiencia que tiene la Fundación, ten en cuenta que esta etapa puede tomar entre 3 a 6 meses.
El proceso de evaluación para ser Familia de Acogida es inclusivo. No importa si tienes una estructura familiar tradicional, hijos, si eres soltero/a o si perteneces a la comunidad LGBTQ+; estas características no influyen en el proceso de selección. En los requisitos no se distingue género, pero sí se toma en cuenta el rango de edad, que generalmente va entre los 18 y los 70 años.
El ideal es que los niños, niñas y adolescentes puedan regresar con sus familias en un plazo que no exceda los 18 meses. Sin embargo, somos conscientes de que existen circunstancias en las que esta reunificación no es posible. En estos casos, el período de acogimiento se extiende lo necesario para garantizar el bienestar del niño, niña y/o adolescente.
Aunque no se exige un ingreso específico, es crucial tener estabilidad financiera para cubrir los gastos del nuevo miembro de la familia. Como apoyo, contarás con un equipo compuesto por una dupla psicosocial, un aporte económico de unos $110.000 y la posibilidad de solicitar un permiso parental, que independiente de la edad del niño, niña y/o adolescente, brinda 12 semanas de descanso laboral completo para el o la cuidadora o 18 semanas media jornada.
La evaluación es un proceso reflexivo en el cual las personas tienen la oportunidad de expresar sus preferencias en cuanto a rangos de edades y género del niño, niña y/o adolescente que sería acogido por la familia. El equipo evaluador del Programa de Familias de Acogida (FAE), basándose en las habilidades y capacidades de cada familia, brinda recomendaciones a los postulantes.
Poseen Fonasa letra A, garantizándoles atención en salud pública sin copago. No obstante, no se pueden agregar como carga en Fonasa. Si se elige una Isapre, la familia debe cubrir ese gasto.
Los niños y niñas ya están inscritos y tienen prioridad en el sistema educativo público del país. Si la Familia de Acogida decide optar por un colegio privado, serán responsables de los gastos correspondientes.
Tendrán el apoyo de un psicólogo dentro del Programa de Familia de Acogida Especializada (FAE). También es posible acudir a la red pública o, si se puede costear, al sistema privado, en coordinación con el programa FAE durante el proceso.
La despedida puede presentar desafíos, pero es de vital importancia enfocarse en el bienestar del niño, niña y/o adolescente. A menudo, el mejor lugar para ellos es con su familia biológica, siempre que esta pueda ofrecer un entorno seguro y lleno de amor. El rol de una Familia de Acogida es servir como un apoyo temporal, ya sea ayudando a las familias de origen mientras recuperan su capacidad de cuidado o protegiendo a aquellos que están en proceso de adopción.
En ProAcogida estamos aquí para acompañarte durante todas las etapas del proceso, pero sabemos que este momento puede ser el más difícil. Somos Familias de Acogida ayudando a otras familias, y es por eso que nos ofrecemos para brindarte apoyo y orientación en esta fase. Estamos comprometidos en hacer que este camino sea lo más fluido y significativo posible.
Es una pregunta compleja. Reconocemos la relevancia de preservar y mantener los vínculos para evitar que los NNA experimenten una sensación de abandono. Sin embargo, esta decisión recae en la familia que cuida de manera definitiva. Cada vez más, se buscan transiciones que sean respetuosas y consideradas.